martes, 21 de marzo de 2017

21 de marzo de 1685. Nace en Eisenach (actual Alemania), Johann Sebastian Bach.

Bach, considerado por muchos como el más grande compositor de todos los tiempos, nació en el seno de una dinastía de músicos e intérpretes que desempeñó un papel determinante en la música alemana durante cerca de dos siglos y cuya primera mención documentada se remonta a 1561. Hijo de Johann Ambrosius, trompetista de la corte de Eisenach y director de la música de dicha ciudad, la música rodeó a Johann Sebastian Bach desde el principio de sus días.

A la muerte de su padre en 1695, se hizo cargo de él su hermano mayor, Johann Christoph, a la sazón organista de la iglesia de San Miguel de Ohrdruf. Bajo su dirección, el pequeño Bach se familiarizó rápidamente con los instrumentos de teclado, el órgano y el clave, de los que sería un consumado intérprete durante toda su vida.

Su formación culminó en el convento de San Miguel de Lüneburg, donde estudió a los grandes maestros del pasado, entre ellos Heinrich Schütz, al tiempo que se familiarizaba con las nuevas formas instrumentales francesas que podía escuchar en la corte.

A partir de estos años, los primeros del siglo XVIII, Bach estaba ya preparado para iniciar su carrera como compositor e intérprete. Una carrera que puede dividirse en varias etapas, según las ciudades en las que el músico ejerció: Arnstadt (1703-1707), Mühlhausen (1707-1708), Weimar (1708-1717), Köthen (1717-1723) y Leipzig (1723-1750).

Si en las dos primeras poblaciones, sobre todo en Mühlhausen, sus proyectos chocaron con la oposición de ciertos estamentos de la ciudad y las propias condiciones locales, en Weimar encontró el medio adecuado para el desarrollo de su talento. Nombrado organista de la corte ducal, Bach centró su labor en esta ciudad sobre todo en la composición de piezas para su instrumento músico: la mayor parte de sus corales, preludios, tocatas y fugas para órgano datan de este período, al que también pertenecen sus primeras cantatas de iglesia importantes.

En 1717 Johann Sebastian Bach abandonó su puesto en Weimar a raíz de haber sido nombrado maestro de capilla de la corte del príncipe Leopold de Anhalt, en Köthen, uno de los períodos más fértiles en la vida del compositor, durante el cual vieron la luz algunas de sus partituras más célebres, sobre todo en el campo de la música orquestal e instrumental: los dos conciertos para violín, los seis Conciertos de Brandemburgo, el primer libro de El clave bien temperado, las seis sonatas y partitas para violín solo y las seis suites para violoncelo solo.

Durante los últimos veintisiete años de su vida fue Kantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, cargo éste que comportaba también la dirección de los actos musicales que se celebraban en la ciudad. A esta etapa pertenecen sus obras corales más impresionantes, como sus dos Pasiones, la monumental Misa en si menor y el Oratorio de Navidad. En los últimos años de su existencia su producción musical descendió considerablemente debido a unas cataratas que lo dejaron prácticamente ciego.

Casado en dos ocasiones, con su prima Maria Barbara Bach la primera y con Anna Magdalena Wilcken la segunda, Bach tuvo veinte hijos, entre los cuales descollaron como compositores Wilhelm Friedemann, Carl Philipp Emanuel, Johann Christoph Friedrich y Johann Christian.

Pese a que tras la muerte del maestro su música, considerada en exceso intelectual, cayó en un relativo olvido, compositores de la talla de Mozart o Beethoven siempre reconocieron su valor.
Recuperada por la generación romántica, desde entonces la obra de Johann Sebastian Bach ocupa un puesto de privilegio en el repertorio. La razón es sencilla: al magisterio que convierte sus composiciones en un modelo imperecedero de perfección técnica, se une una expresividad que las hace siempre actuales.

La siguiente melodía es la Ofrenda musical, BWV 1079 de Bach, conocido como el "canon cangrejo".

Lo primero que impresiona es darse cuenta que fue diseñado para ser interpretado hacia atrás o hacia adelante (haz de pensar que más gente ha hecho eso ... no es gran cosa, ¿no?), sin embargo, te enteras de que fue escrito para ser interpretado hacia atrás y hacia adelante ¡al mismo tiempo!

Eso es bastante increíble, pero de nuevo, teniendo en cuenta que no es muy largo, no lo clasificaríamos como una epifanía estremecedora. PERO ENTONCES ... el artista gráfico Jos Leys (realizador del video), nos muestra cómo esta pieza de Bach es básicamente la versión musical de una cinta de Möbius.

¡Qué lo disfrutes!



miércoles, 1 de marzo de 2017

EL TEMIDO ENEMIGO *

(La idea de este cuento llegó a mí escuchando un relato de Enrique Mariscal. Me permití, partir de allí prolongar el cuento transformarlo en otra historia con otro mensaje y  otro sentido. Así como está ahora se lo regalé una tarde a mí amigo Norbi.)  

Había una vez, en un reino muy lejano y perdido, un rey al que le gustaba sentirse poderoso. Su deseo de poder no se satisfacía sólo con tenerlo, él, necesitaba además, que todos lo admiraran por ser poderoso, así como la madrastra de Blanca Nieves no le alcanzaba con verse bella, también él necesitaba mirarse en un espejo que le dijera lo poderoso que era. 
Él no tenía espejos mágicos, pero contaba con un montón de cortesanos y sirvientes a su alrededor a quienes preguntarle si él, era el más poderoso del reino. 
Invariablemente todos le decían lo mismo:

-Alteza, eres muy poderoso, pero tú sabes que el mago tiene un poder que nadie posee: Él, él conoce el futuro. (En aquel tiempo, alquimistas, filósofos, pensadores, religiosos y místicos eran llamados, genéricamente “magos”). 

El rey estaba muy celoso del mago del reino pues aquel no sólo tenía fama de ser un hombre muy bueno y generoso, sino que además, el pueblo entero lo amaba, lo admiraba y festejaba que él existiera y viviera allí. No decían lo mismo del rey. Quizás porque necesitaba demostrar que era él quien mandaba, el rey no era justo, ni ecuánime, y mucho menos bondadoso. Un día, cansado de que la gente le contara lo poderoso y querido que era el mago o motivado por esa mezcla de celos y temores que genera la envidia, el rey urdió un plan: Organizaría una gran fiesta a la cual invitaría al mago y después la cena, pediría la atención de todos. Llamaría al mago al centro del salón y delante de los cortesanos, le preguntaría si era cierto que sabía leer el futuro. El invitado, tendría dos posibilidades: decir que no, defraudando así la admiración de los demás, o decir que sí, confirmando el motivo de su fama. El rey estaba seguro de que escogería la segunda posibilidad. Entonces, le pediría que le dijera la fecha en la que el mago del reino iba a morir. Éste daría una respuesta, un día cualquiera, no importaba cuál. En ese mismo momento, planeaba el rey, sacar su espada y matarlo. Conseguiría con esto dos cosas de un solo golpe: la primera, deshacerse de su enemigo para siempre; la segunda, demostrar que el mago no había podido adelantarse al futuro, y que se había equivocado en su predicción. Se acabaría, en una sola noche. El mago y el mito de sus poderes... 

Los preparativos se iniciaron enseguida, y muy pronto el día del festejo llegó... 
...Después de la gran cena. El rey hizo pasar al mago al centro y ante le silencio de todos le preguntó:

- ¿Es cierto que puedes leer el futuro? 
- Un poco – dijo el mago. 
- ¿Y puedes leer tu propio futuro, preguntó el rey? 
- Un poco – dijo el mago. 
- Entonces quiero que me des una prueba -  dijo el rey -  ¿Qué día morirás? ¿ Cuál es la fecha de tu muerte? 

El mago se sonrió, lo miró a los ojos y no contestó. 
- ¿Qué pasa mago? - dijo el rey sonriente, ¿No lo sabes?...  ¿no es cierto que puedes ver el futuro? 
- No es eso - dijo el mago - pero lo que sé, no me animo a decírtelo. 
- ¿Cómo que no te animas? - dijo el rey -... Yo soy tu soberano y te ordeno que me lo digas. Debes darte cuenta de que es muy importante para el reino, saber cuando perdemos a sus personajes más eminentes... Contéstame pues, ¿cuándo morirá el mago del reino? 

Luego de un tenso silencio, el mago lo miró y dijo: 

- No puedo precisarte la fecha, pero sé que el mago morirá exactamente un día antes que el rey... 

Durante unos instantes, el tiempo se congeló. Un murmullo corrió por entre los invitados. El rey siempre había dicho que no creía en los magos ni en las adivinaciones, pero lo cierto es que no se animó a matar al mago.  Lentamente el soberano bajó los brazos y se quedó en silencio... Los pensamientos se agolpaban en su cabeza. Se dio cuenta de que se había equivocado. Su odio había sido el peor consejero. 

- Alteza, te has puesto pálido. ¿Qué te sucede? – preguntó el invitado. 
- Me siento mal  - contestó el monarca – voy a ir a mi cuarto, te agradezco que hayas venido. 

Y con un gesto confuso giró en silencio encaminándose a sus habitaciones... El mago era astuto, había dado la única respuesta que evitaría su muerte.  ¿Habría leído su mente?  La predicción no podía ser cierta. Pero... ¿Y si lo fuera?...  Estaba aturdido  Se le ocurrió que sería trágico que le pasara algo al mago camino a su casa.  El rey volvió sobre sus pasos, y dijo en voz alta: 

- Mago, eres famoso en el reino por tu sabiduría, te ruego que pases esta noche en el palacio pues debo consultarte por la mañana sobre algunas decisiones reales. 
- ¡ Majestad!. Será un gran honor... – dijo el invitado con una reverencia. 

El rey dio órdenes a sus guardias personales para que acompañaran al mago hasta las habitaciones de huéspedes en el palacio y para que custodiasen  su puerta asegurándose de que nada pasara... 

Esa noche el soberano no pudo conciliar el sueño. Estuvo muy inquieto pensando qué pasaría si el mago le hubiera caído mal la comida, o si se hubiera hecho daño accidentalmente durante la noche, o si, simplemente, le hubiera llegado su hora. Bien temprano en la mañana el rey golpeó en las habitaciones de su invitado. Él nunca en su vida había pensado en consultar ninguna de sus decisiones, pero esta vez, en cuánto el mago lo recibió, hizo la pregunta... necesitaba una excusa. Y el mago, que era un sabio, le dio una respuesta correcta, creativa y justa. El rey, casi sin escuchar la respuesta alabó a su huésped por su inteligencia y le pidió que se quedara un día más, supuestamente, para “consultarle” otro asunto... (obviamente, el rey sólo quería asegurarse de que nada le pasara). El mago – que gozaba de la libertad que sólo conquistan los iluminados – aceptó... 

Desde entonces todos los días, por la mañana o por la tarde, el rey iba hasta las habitaciones del mago para consultarlo y lo comprometía para una nueva consulta al día siguiente. No pasó mucho tiempo antes de que el rey se diera cuenta de que los consejos de su nuevo asesor eran siempre acertados y terminara, casi sin notarlo, teniéndolos en cuenta en cada una de las decisiones.

Pasaron los meses y luego los años. Y como siempre... estar cerca del que sabe vuelve el que no sabe, más sabio. Así fue: el rey poco a poco se fue volviendo más y más justo. Ya no era despótico ni autoritario. Dejó de necesitar sentirse poderoso, y seguramente por ello dejó de necesitar demostrar su poder. Empezó a aprender que la humildad también podía ser ventajosa empezó a reinar de una manera más sabia y bondadosa. Y sucedió que su pueblo empezó a quererlo, como nunca lo había querido antes. El rey ya no iba a ver al mago investigando por su salud, iba realmente para aprender, para compartir una decisión o simplemente para charlar, porque el rey y el mago habían llegado a ser excelentes amigos.

Un día, a más de cuatro años de aquella cena, y sin motivo, el rey recordó. Recordó aquel plan que alguna vez urdió para matar a este su entonces más odiado enemigo Y sé dio cuenta que no podía seguir manteniendo este secreto sin sentirse un hipócrita. El rey tomó coraje y fue hasta la habitación del mago. Golpeó la puerta y apenas entró le dijo: 

- Hermano, tengo algo que contarte que me oprime el pecho
- Dime – dijo el mago – y alivia tu corazón. 
- Aquella noche, cuando te invité a cenar y te pregunté sobre tu muerte, yo no quería en realidad saber sobre tu futuro, planeaba matarte y frente a cualquier cosa que me dijeras, porque quería que tu muerte inesperada desmitificara para siempre tu fama de adivino. Te odiaba porque todos te amaban... Estoy tan avergonzado... - Aquella noche no me animé a matarte y ahora que somos amigos, y más que amigos, hermanos, me aterra pensar lo que hubiera perdido si lo hubiese hecho.  Hoy he sentido que no puedo seguir ocultándote mi infamia. Necesité decirte todo esto para que tú me perdones o me desprecies, pero sin ocultamientos.

El mago lo miró y le dijo: 

- Has tardado mucho tiempo en poder decírmelo. Pero de todas maneras, me alegra, me alegra que lo hayas hecho, porque esto es lo único que me permitirá decirte que ya lo sabía. Cuando me hiciste la pregunta y bajaste tu mano sobre el puño de tu espada, fue tan clara tu intención, que no hacía falta adivino para darse cuenta de lo que pensabas hacer, - el mago sonrió y puso su mano en el hombro del rey. – Como justo pago a tu sinceridad, debo decirte que yo también te mentí... Te confieso hoy  que inventé esa absurda historia de mi muerte antes de la tuya para darte una lección. Una lección que recién hoy estás en condiciones de aprender,  quizás la más importante cosa que yo te haya enseñado nunca. Vamos por el mundo odiando y rechazando aspectos de los otros y hasta de nosotros mismos que creemos despreciables, amenazantes o inútiles... y sin embargo, si nos damos tiempo, terminaremos dándonos cuenta de lo mucho que nos costaría vivir sin aquellas cosas que en un momento rechazamos. Tu muerte, querido amigo, llegará justo, justo el día de tu muerte, y ni un minuto antes. Es importante que sepas que yo estoy viejo, y que mi día seguramente se acerca. No hay ninguna razón para pensar que tu partida deba estar atada a la mía. Son nuestras vidas las que se han ligado, no nuestras muertes. 

El rey y el mago se abrazaron y festejaron brindando por la confianza que cada uno sentí en esta relación que habían sabido construir juntos...

Cuenta la leyenda... que misteriosamente... esa misma noche... el mago... murió durante el sueño. El rey se enteró de la mala noticia a la mañana siguiente... y se sintió desolado. No estaba angustiado por la idea de su propia muerte, había aprendido del mago a desapegarse hasta de su permanencia en el mundo. Estaba triste, simplemente por la muerte de su amigo.

¿Qué coincidencia extraña había hecho que el rey pudiera contarle esto al mago justo la noche anterior a su muerte? Tal vez, tal vez de alguna manera desconocida el mago había hecho que él pudiera decirle esto para quitarle su fantasía de morirse un día después. 

Un último acto de amor para librarlo de sus temores de otros tiempos...  Cuentan que el rey se levantó y que con sus propias manos cavó en el jardín, bajo su ventana, una tumba para su amigo, el mago.  Enterró allí su cuerpo y el resto del día se quedó al lado del montículo de tierra, llorando como se llora ante la pérdida de los seres queridos. Y recién entrada la noche, el rey volvió a su habitación.

Cuenta la leyenda... que esa misma noche... veinticuatro horas después de la muerte del mago, el rey  murió en su lecho mientras dormía... quizás de casualidad... quizás de dolor... quizás para confirmar la última enseñanza del maestro.

                                                                                                                 * Cuento de: Jorge Bucay
 

jueves, 20 de octubre de 2016

Un corto de Pixar no apto para niñ@s.

Dos animadores de Pixar, Andrew Coats y Lou Hamou-L-hadj; son los creadores de un 'inusual' pero estremecedor corto, que en las últimas horas ya ha causado polémica debido a su trama.

Después de cinco años de trabajo, los creadores han hecho que en sólo 6 minutos, este corto tenga la capacidad de conmover a los espectadores debido al tema central que aborda: la redención.

Borrowed time (Tiempo prestado, en español), logra sorprender y conmover a la mayoría del público, generando tristeza y haciéndolo reflexionar sobre el perdón y el dolor. Debido a esto, es difícil pensar que un(a) niñ@ pueda asimilarlo.

La historia gira entorno a un sheriff que no ha logrado superar su pasado. La trama inicia cuando el sheriff echa la vista hacia atrás y recuerda un terrible accidente hace algunos años con su padre y que tuvo lugar en ese mismo sitio (en el que se encuentra parado), y el cual termina de una forma trágica que le causa mucho daño y dolor.

Perdido en el recuerdo e incapaz de perdonarse por los acontecimientos que vivió aquel día, el 'pobre' sheriff transmite su tristeza y desesperanza que lleva impregnada en la mirada durante toda la cinta.

Lou Hamou-Lhadj explica: "Queríamos trabajar en algo más adulto, pero nos costó encontrar aquello con lo que nos sintiéramos cómodos. Finalmente, encontramos interesante tratar el tema del perdón, de afrontar y encarar errores del pasado."

Al final del corto, se muestra una pequeña brizna de esperanza, aunque cueste verla.

Puedes verlo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=OtvDFdtkbW0



miércoles, 19 de octubre de 2016

Efecto.

Eres ese efecto que confunde mis sentidos,
tan real porque lo siento y tan perverso que lo niego,
tan lejano es que lo veo y tan sutil porque es perfecto.
Eres un Salar en mi alma apareciendo,
como espejo al infinito que me envuelve
con sus capas de cristal enmudeciendo.
Por aventurarme en ti ya me he perdido,
y cuanto más nublado está mi cielo,
más es tu horizonte difuminado eterno.
Eres mi efecto White-out que no comprendo,
donde no distingo si vuelo en la tierra
o camino por los cielos,
donde mis pasos ya no son seguros,
y donde existe una magia que, no entiendo...

Poema de una serviora @Mar El AlMa -Psicóloga-



viernes, 7 de octubre de 2016

Ola De Payasos

Como ya sabrás, en algunas ciudades de la República Mexicana, como son Tijuana, Monterrey, San Luis Potosí, Guadalajara, entre otros, se han dejado ver algunos payasos 'terroríficos', los cuales han alarmado ya a la población.

El terror de E.E.U.U. ha llegado a México, informan algunas redes sociales, ya sea como una moda o como una forma de hacer bromas a la ciudadanía, las autoridades recomiendan tomar precauciones.

Desafortunadamente estos payasos han aparecido para delinquir, aseguran algunos medios. Sea cual fuera la intención de éstos personajes, ¿tú cómo reaccionarías si te toparas con uno?

Como dato curioso, te dejo 6 casos reales de payasos.

1. John Wayne Gacy.

Comencemos con la historia del payaso que dejó marcada a la sociedad y que inspiró muchísimas adaptaciones cinematográficas y libros, como It (ESO) de Stephen King.

John Wayne Gacy, creció en una familia disfuncional, donde sufría violencia psicológica y física por parte de su padre. Además, un hombre cercano a la familia lo violó a la edad de 6 años. Una vez adulto encontró trabajo estable y una esposa con la que formó una familia. Pero desde entonces tuvo problemas por sus tendencias sexuales.

Conocido como “El Payaso Pogo”, fue culpable del asesinato de alrededor de 33 jóvenes y niños, siendo el primero Timothy McCoy, a quien asesinó y escondió en el sótano de su hogar.
Fue sentenciado a la pena de muerte. Tras varios años de juicios, en 1994 se le ejecutó con inyección letal.

2. El fenómeno de los payasos maléficos.

Fue durante el 2014 cuando una ola de payasos armados que deambulaban por las calles francesas se dio, generando una especie de psicosis.

Según informes de Libertad Digital Europa, el 10 de octubre, un adolescente disfrazado de payaso y con un cuchillo de plástico se paseó por las calles del centro de Francia, para "gastar una broma". Sin embargo, lo que comenzó como un juego terminó por extenderse a otras localidades en forma de agresión y amenazas. Otro joven fue condenado a seis meses de cárcel por sumarse a esta macabra moda en Douvrin, mientras que en Agde 14 adolescentes disfrazados fueron detenidos por pasearse armados. En Montpellier, un hombre fue golpeado hasta 30 veces con una barra de hierro por un payaso y otras dos personas que querían atracarle.

A la presencia de payasos en la vía pública se sumaron los grupos ciudadanos contrarios a esta moda y que salían con bates o cuchillos.

Las causas nunca fueron conocidas, pero se atribuye a la cercanía de Halloween y la influencia de series como American Horror Story, además de la serie de vídeos cómicos de DM Pranks, en los que un humorista disfrazado asusta a viandantes.

3. Payasos ladrones en Reino Unido

Parece que Francia no ha sido el único país que sufre por payasos en sus calles, pues Reino Unido también se unió a la moda.

Información publicada por el portal Indicios Agencia de Detectives menciona que en el Reino Unido han aparecido personas disfrazadas de payaso por ciertas ciudades como Machester, Rochdale o Stockport; en las cuales estos individuos, habrían asustado a parte de sus habitantes.

En una de estas ocasiones, un hombre vestido de payaso robó una bicicleta a un hombre, amenazándole con un cuchillo. En otra ciudad, varios payasos molestaron a un grupo de niños de un colegio y les persiguieron por las calles adyacentes. Otro individuo, ejecutó varios robos en domicilios.

Los detectives pensaron que se trataba solamente de una moda juvenil y que muchos delincuentes lo aprovecharon para realizar sus actos delictivos.

4. Los payasos asaltantes

Comencemos con temas un poco más nacionales. En el primer semestre del 2014, la policía bancaria del Distrito Federal logró capturar a Alberto Miguel Delfino y Erick Cruz Ángeles, de 24 y 29 años, respectivamente, quienes tenían en su poder ocho bolsas de plástico con monedas de 10 pesos; 11 bolsas con monedas de cinco y una más con monedas de diversas denominaciones, que sumaban un total de 20 mil pesos, así como dos teléfonos móviles con un valor estimado en cinco mil pesos y un cuchillo tipo militar de 15 centímetros de hoja.

Según información de Puebla Online, se presume que estos hombres se disfrazaron de payasos para asaltar un comercio en la colonia Roma; la mujer que sufrió de dicho asalto, lo reportó y los sujetos fueron capturados en la Colonia Roma de la Ciudad de México. 

5. Payasos ladrones en el transporte colectivo

Durante el 2010, los usuarios del transporte público del municipio de Cuautitlán Izcalli padecieron del incremento de la delincuencia, especialmente por un grupo de hombres disfrazados de payasos.
Según información de El Universal, el modus operandi de este grupo era el de simplemente subirse al transporte a dar un pequeño show cómico, con preguntas y respuestas entre ellos, en la que simulan sonidos de diversos animales, pero en la última pregunta, uno de ellos decía “A ver amiguito, ¿tú sabes cómo hacen los ratones?" Y acto seguido sacaban una pistola y asaltaban a los usuarios.

6. Los payasos heroicos

Finalmente, cerraremos con esta historia, para demostrar que no todo es malo.

A finales del 2011, dos policías en el estado de Nuevo León se disfrazaron de payasos para promover valores cívicos entre los jóvenes; y no solo eso, pues durante una de esas sesiones se vieron en la necesidad de detener a un par de ladrones que sorprendieron in fraganti.

Los agentes se hacían llamar Bombón Dulcecito y Trompetilla, pero en realidad eran Tomás Lumbreras y Alexandro Khao ¡Todos unos héroes!

[Con información de de10.com]


miércoles, 5 de octubre de 2016

EL PERRO LANUDO DE TOM EDISON (por Kurt Vonnegut )

Dos viejos se encontraban sentados una mañana en la banca de un parque, gozando del sol de Tampa, Florida: uno, tratando tenazmente de leer un libro que era obvio disfrutaba, mientras que el otro, un tal Harold K. Bullard, le contaba la historia de su vida en el tono redondo y lleno de un orador ante un equipo de sonido. Echado a sus pies se encontraba el perro de caza labrador de Bullard, que atormentaba aún más al oyente sobándole los tobillos con su gran nariz húmeda.

Bullard, quien antes de su retiro había conocido el éxito en numerosos campos, gozaba revisando su pasado. Pero se enfrentaba al problema que complica la vida de los caníbales, esto es, que no es posible utilizar a la misma víctima una y otra vez. Cualquiera que hubiese pasado un día con él y su perro se negaba a compartir su banca con ellos de nuevo. Así que Bullard y su perro iban a través del parque cada día a la búsqueda de caras nuevas. Habían tenido buena suerte esta mañana, ya que inmediatamente habían encontrado a este desconocido y era claro que se trataba de alguien acabado de llegar a la Florida, aún bien cubierto por un traje de grueso paño, con cuello almidonado y corbata y sin nada mejor que hacer que leer.

- Sí - dijo Bullard, redondeando la primera hora de su conferencia -, en mis tiempos hice y perdí cinco fortunas.
- Eso decía usted - replicó el desconocido, cuyo nombre Bullard se había olvidado de preguntar. Con cuidado, no, no, no - dijo al pe­rro, que se volvía cada vez más agresivo con sus tobillos.
-¿Ah? ¿Ya le conté eso, no? - dijo Bullard.
- Dos veces.
- Dos en bienes raíces, una en fierro viejo, una en petróleo y una en transportes camioneros.
- Eso decía usted.
-¿Ah, sí? Pues sí, me imagino que sí. Dos en bienes raíces, una en fierro viejo, una en petróleo, y una en transportes camioneros. Y no me arrepiento de eso un solo día.
- No, me imagino que no - dijo el desconocido -. Perdóneme, pero ¿no sería posible cambiar a su perro a otro sitio? Me está...
-¿El perro?, - dijo Bullard cordialmente -. Es el perro más amiga­ble de todo el mundo. No debe tenerle miedo.
- No le tengo miedo. Es que me está volviendo loco, olfateando mis tobillos.
- Plástico - dijo Bullard, con una risita.
- ¿Cómo?
- Plástico. Debe haber algo de plástico en sus ligas. Caray, le apuesto a que son esos botoncitos. Tan seguro como que estamos sen­tados aquí, esos botones deben ser de plástico. Ese perro se vuelve loco con el plástico. No sé por qué, pero lo huele y lo encuentra, aun­que sea una pizca. Debe ser una de ciencia en su alimentación, aun­que come mejor que yo. Una vez se comió toda una caja de plástico para tabaco, ¿usted cree? Ese es el negocio al que me dedicaría ahora, sí señor, si los matasanos no me hubieran dicho que debía darle un descansito al corazón.
- Podría amarrar al perro a ese árbol - dijo el desconocido.
- ¡Me revientan todos estos jóvenes de ahora! - dijo Bullard­-
Todos suspirando para que no haya fronteras. Jamás ha habido tan­tas Fronteras como ahora. ¿Sabe usted lo que diría hoy Horace Greely?
- Tiene la nariz húmeda - dijo el desconocido, y retiró los tobillos, pero el perro se encorvó en paciente persecución -. Ya, ¡quieto!
- Si tiene la nariz húmeda, quiere decir que está sano - dijo Bu­llard-. Dedícate al plástico, ¡muchacho! Eso diría Greeley. Dedíca­te al átomo ¡muchacho!
El perro había localizado definitivamente los botones de plástico en las ligas del desconocido y movía la cabeza de un lugar a otro cavi­lando en la manera de hincar sus dientes en esa golosina.
-¡Lárgate! - dijo el desconocido.
- ¡Dedícate a la electrónica, muchacho! - dijo Bullard -. No me diga que ya no hay oportunidades. Las oportunidades están tocando en cada puerta del país, tratando de entrar. Cuando yo era joven, te­nía uno que salir a buscar una oportunidad para luego llevarla de las orejas a casa. Ahora...
- Lo siento - dijo el desconocido simplemente. Cerró el libro, se puso de pie y jaló su tobillo lejos del perro.
- Tengo que irme. Buenos días, señor.
Con paso majestuoso atravesó el parque, encontró otra banca, se sentó dejando escapar un suspiro y comenzó su lectura. Su respira­ción había vuelto a la normalidad cuando sintió de nuevo la esponja húmeda de la nariz del perro sobre sus tobillos.
- ¡Oh, es usted! - dijo Bullard, sentándose a su lado -. El perro lo andaba cazando. Olió algo, y lo dejé que buscara. ¿Qué le dije del plástico? - satisfecho, miró a su alrededor. Hizo bien en buscar otro sitio. Hacía mucho calor allá. Nada de sombra y ninguna señal de brisa.
-¿Se irá el perro si le compro una caja de plástico? - dijo el desco­nocido.
- Esa es una buena broma, una buena broma - dijo Bullard en tono amistoso. Repentinamente, le dio una palmada en la rodilla -. Oiga, ¿qué usted se dedica al plástico? He estado hablando acerca del plástico y a la mejor es a lo que se dedica usted.

-¿A lo que me dedico? dijo el desconocido, vigorosamente, de­jando su libro -. Lo siento, nunca me he dedicado a nada. He anda­do de aquí para allá desde los nueve años, desde que Edison montó su laboratorio junto a mi casa y me mostró el analizador de inteligen­cia.

- ¿Edison? - dijo Bullard -, ¿ Thomas Edison, el inventor?

- Si quiere llamarlo así, hágalo - dijo el desconocido.
-¿Si yo quiero llamarlo así? -Bullard soltó una carcajada -. ¡Pues claro que sí! Es el padre de la bombilla y de no sé qué más co­sas.
- Si usted quiere pensar que él inventó la bombilla, hágalo. No le hace daño a nadie. El desconocido reanudó su lectura.
- Oiga, ¿de qué se trata? - dijo Bullard, desconfiado -. ¿Me está tomando el pelo? ¿Qué es eso de un analizador de inteligencias? Ja­más oí hablar de eso.
- Claro que no - dijo el desconocido -. El señor Edison y yo pro­metimos mantenerlo en secreto. Jamás le he dicho a nadie. El señor Edison rompió su promesa y se lo contó a Henry Ford, pero Ford le hizo prometer que jamás se lo contaría a nadie más, en bien de la hu­manidad.
Bullard se encontraba fascinado. - Uh, este analizador de inteli­gencia - dijo -, analizaba la inteligencia, ¿no es así?
- Era una mantequillera eléctrica - dijo el desconocido.
- Hablo en serio - le instó Bullard.
Quizá sería mejor comentarlo con alguien - dijo el desconocido - ­Es terrible tenerlo guardado después de tantos años. Pero ¿ como puedo estar seguro de que no pasará de aquí?
- Mi palabra de caballero - le aseguró Bullard.

- No creo poder encontrar una mejor garantía, ¿verdad? - dijo el desconocido, juiciosamente.
- No existe mejor garantía - dijo Bullard con orgullo -. ¡Le doy mi palabra, y si no que me parta un rayo!
- Muy bien. El desconocido se inclinó hacia atrás y cerró los ojos. Parecía como si viajara hacia el pasado a través del tiempo. Guardó silencio durante un minuto, mientras Bullard lo miraba con respeto.
- Sucedió en el otoño de mil ochocientos setenta y nueve - dijo el desconocido finalmente, en voz baja -. Allá en el pueblo de Menlo Park, New Jersey. Yo tenía nueve años. Un joven - todos creíamos que era un brujo- había montado un laboratorio junto a mi casa y ahí dentro veíamos destellos de luz y escuchábamos estallidos y su­cedían cosas que nos asustaban. Se advirtió a los niños del vecindario que no se acercaran, que no hicieran ningún ruido que molestara al brujo.
- Yo no conocí a Edison luego luego, pero su perro Sparky y yo lle­gamos a ser buenos amigos. Un perro muy parecido al suyo, así era Sparky, y jugueteábamos por todo el vecindario. Si, señor, su perro es igualito a Sparky.
- No me diga - dijo Bullard, halagado.
- Palabra - dijo el desconocido -. Bueno, pues un día Sparky y yo jugábamos y llegamos hasta la puerta del laboratorio de Edison. An­tes de que me diera cuenta, Sparky me había empujado a través de la puerta, y ¡cataplúm! , me encontré sentado sobre el piso del laborato­rio y frente a mí estaba el señor Edison en persona.
- Le apuesto a que estaba enojado - dijo Bullard, encantado. - Puede usted apostar a que estaba yo muerto de miedo - dijo el desconocido -. Creí encontrarme cara a cara con Satanás. Edison te­nía unos alambres enganchados a sus oídos que terminaban en una cajita negra que tenía en las piernas. Quise salir, pero me agarró del cuello y me obligó a sentarme.
- Muchacho - dijo Edison -, siempre está más oscuro antes del amanecer. Quiero que lo recuerdes.
- Sí, señor - dije yo.
- Durante más de un año, muchacho - me dijo Edison-, he trata­do de encontrar un filamento que dure en una lámpara incandescen­te. Cabello, hilo, astillas, nada funciona. Así que mientras pensaba en alguna otra cosa para experimentar, comencé a darle vueltas a otra idea mía, sólo para dejar que saliera el vapor. Y logré armar esto - me dijo, mostrándome la cajita negra -. Pensé que la inteligencia podría ser sólo un cierto tipo de electricidad, así que hice este anali­zador de inteligencia. ¡Y funciona! Eres el primero en enterarte, mu­chacho. Pero no sé por qué no habías de ser el primero. Será tu gene­ración la que crecerá en la nueva era gloriosa en que la gente será cla­sificada tan fácilmente como naranjas.
-¡No lo creo! - dijo Bullard.
-¡Que me parta un rayo en este momento! - dijo el desconoci­do -. Y es cierto que funcionaba. Edison había probado el analiza­dor con los hombres de su taller, sin decirles de lo que se trataba. Cuanto más inteligente era un hombre, más a la derecha giraba la aguja del indicador en la cajita negra. Dejé que lo probara conmigo, pero la aguja no giró, sólo temblaba. Pero por muy tonto que fuera entonces, es cuando hice mi única contribución al mundo. Como le dije, no he levantado un dedo desde entonces.
-¿Qué hizo usted? - preguntó Bullard con ansiedad.
- Dije: Señor Edison, probemos con el perro. ¡Y me hubiese gus­tado que viera usted lo loco que se puso el perro cuando lo dije! El viejo Sparky ladró y aulló y rascó para poder salirse. Cuando vió que iba en serio, que no iba a poder salir, corrió derechito hacia el anali­zador de inteligencia e hizo que se le cayera a Edison de las manos. Pero lo acorralamos, y Edison lo sujetó mientras yo le colocaba los alambres en las orejas. ¡Y no lo va a creer, pero la aguja giró hacia el otro extremo del cuadrante, mucho más allá de una marca hecha con lápiz rojo en la cara del cuadrante!
- El perro lo rompió - dijo Bullard.
- Señor Edison - dije -, ¿qué quiere decir esa marca roja?
- Muchacho - dijo Edison-, quiere decir que el instrumento se ha roto, porque esa marca roja soy yo.
- Claro que estaba roto - dijo Bullard.
El desconocido dijo gravemente: - Pero no estaba roto. No, señor. Edison examinó todo el aparato y estaba perfectamente en orden. Cuando Edison me dijo eso fue cuando Sparky - loco por salirse- se echó de cabeza.
-¿Cómo? - dijo Bullard, receloso.
- En realidad lo teníamos encerrado. Había tres cerraduras en la puerta: una alcayata, un cerrojo y una perilla con aldaba. El perro se paró, desenganchó la alcayata, jaló el cerrojo y ya tenía la perilla en­tre los dientes cuando Edison lo agarró.
- ¡No! - dijo Bullard.
- ¡Sí! - afirmó el desconocido, los ojos brillantes -. Y fue entonces que Edison me mostró lo grande que era como científico, Estaba dis­puesto a enfrentarse con la verdad, sin importarle lo desagradable que pudiera resultar.
-¡Conque esas tenemos! -le dijo Edison a Sparky -. Conque el mejor amigo del hombre, ¿no? Conque un animal tonto, ¿no? - Ese Sparky era algo serio. Hizo como que no escuchaba. Se rascó y se puso a morder sus pulgas y daba vueltas gruñendo a los agujeros de las ratas: cualquier cosa que le permitiera esquivar la mirada de Edison.
-¿Conque la buena vida, Sparky? dijo Edison -. Dejas que otro se preocupe por traer los alimentos, construir refugios y mantenerte ca­lientito mientras tú duermes frente a la chimenea o persigues a las chicas o jugueteas con los muchachos. Nada de hipotecas, nada de política, nada de guerra, nada de trabajo, nada de preocupaciones. Sólo tienes que mover la vieja cola o lamer una mano, y estás listo.
- Señor Edison - dije yo -, ¿quiere usted decir que los perros son más inteligentes que las personas?
-¿Más inteligentes? - dijo Edison -. ¡Estoy dispuesto a decirlo a todo el mundo! ¿Y qué es lo que he estado haciendo durante todo un año? ¡Trabajando como esclavo para hacer una bombilla que permita a los perros jugar por la noche!
- Mire, señor Edison - dijo Sparky- por qué no... - ¡Un momento! - rugió Bullard.
-¡Silencio! - gritó el desconocido, victorioso -. Mire, señor Edi­son - dijo Sparky -, ¿por qué no guarda silencio acerca de todo esto? Ha venido funcionando a satisfacción de todo el mundo durante cien­tos de miles de años. Deje echados a los perros que duermen. Usted se olvida de todo, destruye el analizador de inteligencia, y yo le digo qué usar como filamento para su lámpara.
-¡Son puras mentiras! - dijo Bullard, la cara amoratada.
- Le doy mi palabra solemne de caballero. Ese perro me premió por mi silencio con un dato confidencial de la bolsa de valores que me hizo acaudalado e independiente por el resto de mis días. Y las últi­mas palabras pronunciadas por Sparky fueron dirigidas a 'Thomas Edison.
- Pruebe un trozo de hilo de algodón carbonizado - dijo -. Más tarde, lo hizo pedazos una jauría de perros que se había reunido afuera de la puerta a escuchar.
El desconocido se quitó las ligas y se las dio al perro de Bullard. - Una pequeña muestra de mi estimación, señor, a nombre de un an­tepasado que murió de tanto hablar. Buenos días - se metió el libro bajo el brazo y se alejó caminando.


lunes, 16 de febrero de 2015

Test del Cubo (Interpretación)*

INTERPRETACIÓN 


El cubo eres tú, es tú autorretrato simbólico. Los adjetivos con que has descrito al cubo te describen a ti mismo. La escalera representa a tus amigos y compañeros de trabajo. El caballo es tu amante o tu pareja. La tormentasignifica problemas, contratiempos o conflictos; el poder de la vida para convulsionar las cosas. Las flores son tus hijos o tu obra. Cualquier cosa que engendres o crees. El desierto es tu vida o tu visión del mundo. 

El desierto
Cuando has descrito el desierto (tu desierto) puedes haber visto:

Cactus: representan personalidades difíciles. Dificultades en general. Si el cubo está rodeado de ellos es que la persona se siente rodeada de dificultades o tiene problemas.
Palmeras: fuentes de respaldo, cobijo y alimento. Son un signo positivo cuyos efectos se transmiten a los objetos que se hallen próximos o relacionados. Representan personas que nos protegen, dinero, buena suerte, etc.
Agua: presencia de sentimientos o amor. Estabilidad emocional. Ver la tormenta como una fuente de agua es propio de personas que se pelean pero que se reconcilian.
Espejismos: ilusiones de la vida. Puede ser signo de ilusión por tus aspiraciones e ideales; o bien puede ser que signifique que dudas de que tus esperanzas y sueños se hagan realidad. Puede ser un símbolo de decepciones pasadas que te impiden identificar un futuro positivo con tu realidad.
Dunas: sensualidad. Vida amorosa satisfactoria o placer sensual. También puede significar que ves el mundo como algo amigable, maternal, acogedor, donde te encuentras a gusto.
Montañas: espiritualidad. Sobre todo si además se hallan coronadas con nieve.
Riscos y barrancos: en general, el terreno escabroso sugiere sucesos dramáticos o altibajos emocionales. Vida conflictiva, cambios de humor, acontecimientos desagradables.
Llanura: el desierto llano significa vida sin nada reseñable, quizás aburrimiento o depresión.
Paisaje ondulado: vida grata y tranquila.
Nada de lo anterior: un desierto sin nada más es signo de confianza en sí mismo. Porque no ha quedado otro remedio o porque es decisión voluntaria.

El cubo

Posiciones del cubo


1) El realista: el cubo descansa sobre la arena, pero no sobre una duna o un montículo (en alto). Dos tercios de las personas imaginan así el cubo. Dentro de los realistas hay grandes diferencias.
Palabras clave: carácter práctico; aptitud; versatilidad.
Riesgos: inflexibilidad; complacencia; cinismo.

Los realistas son competentes y capaces. Se desenvuelven bien en el mundo. Salen adelante, pertenecen al mundo, se adaptan. Superan los problemas. No huyen. Son productivos y trabajadores. No suelen ser transformadores del mundo. Sin embargo, pueden ser curiosos. En el trabajo el realista es apto, activo, productivo, escrupuloso, responsable, productivo. Los realistas suelen ser observadores perspicaces y analistas penetrantes, no teóricos abstractos. Los realistas ejecutan planes, los desarrollan, pero no son tan innovadores como los visionarios (que veremos luego). Los realistas suelen ser aquellos que también "desconectan" a las cinco del trabajo para irse a casa. En el amor el realista suele ser o bien sensato y perspicaz, escogiendo la pareja "adecuada" y siendo responsable en sus relaciones afectivas, o bien irracional, celoso, apasionado, etc. Otras circunstancias (la escalera, el caballo, las flores) influyen mucho. Suelen procurar el bien para las personas que se hallan relacionadas afectivamente con ellos. Los realistas suelen estar contentos consigo mismos y suelen disfrutar del sexo así como de la comida y de otros placeres.

Subclases de realistas: 
a) Rebelde tranquilo: el cubo descansa sobre la arena ladeado. Características: disconformidad discreta; humor subversivo; extravagancia. Aunque se adapta, internamente este individuo va a la suya. Independiente, excéntrico, puede ser algo caprichoso.
b) Sin concesiones: el cubo se halla parcialmente enterrado. Características: arraigado; testarudo; pertinaz. Son personas muy ligadas a su medio ambiente. Algo intransigentes con el resto. Podrán no entender otros puntos de vista. Son leales con los suyos.
c) Escondido: el cubo se halla casi oculto en la arena. Características: recatado; confidencial; evita la atención. Es una persona que se oculta. Le gusta pasar desapercibido. Es discreto.
d) Rostro público: el cubo se halla cuidadosamente colocado mostrando una única cara. Características: control; vida compartimentada; emociones anuladas. Se trata de personas que controlan su imagen. Separan la imagen pública de la vida privada. Control sobre sí mismo y seguridad en el trato con los demás. No muestran emociones hacia fuera.e) A por ti: el cubo muestra claramente dos aristas de frente. Características: energético; dinámico; activo; precursor. Denota agresividad, vitalismo, valerosidad, impaciencia, rotura de esquemas. Suelen ser personas arrolladoras, tajantes, aunque posiblemente divertidas y estimulantes.

2) El visionario: el cubo se sitúa en el aire, flotando. Más distanciado del mundo conforme más se separa el cubo del suelo.
Palabras clave: soñador; original; romántico empedernido.
Riesgos: poco sentido práctico; despiste; desilusión.

Los visionarios no están en el mundo. Están en las alturas, en el mundo de las ideas. Son utópicos, revolucionarios, espirituales, imaginativos, románticos. Como están despegados del mundo pueden acabar siendo peligrosos, para ellos mismos y para los demás. Pero también pueden ser muy creativos, aunque se estrellarán posiblemente contra la estupidez o la indiferencia de los demás. En ocasiones el visionario suele acabar haciendo trabajos muy rutinarios porque su reino no es de este mundo. El ámbito universitario suele ser adecuado para estos sujetos. Pueden destacar en el mundo de la publicidad. Pueden destacar por su genialidad, pero pueden ser catastróficos como Hitler.
En el amor los visionarios suelen ser románticos. Pueden tender hacia el amor platónico.

Subclases de visionario:
a) Intuitivo: aquel cuyo cubo no se halla muy alejado del suelo. Es casi un realista. Características: presentimientos acertados; impulsivo; abierto a opciones.
b) Excéntrico: su cubo se halla en las alturas. Características: independencia voluntaria; diferente pulsación. Ve el mundo desde las estrellas. Lo de abajo le trae casi sin cuidado. Suele ser seguro y sereno, porque lo terrenal no va con él.

3) Persona de principios: el cubo se halla sobre la tierra, pero en un lugar prominente (una duna, una elevación, una montaña, etc.)
Palabras clave: ideales; activismo; integridad.
Riesgos: beatitud; consumido.

Las persona de principios tiene sentido de la superioridad, altos modelos personales, éticos, profesionales, etc. Es un cruzado, reformador, denunciador de injusticias, guía, modelo para muchos por su rectitud. Puede comprometerse políticamente. Defienden valores. En el trabajo las personas de esta clase son leales, honestos, virtuosos, insobornables. Muchas veces poco prácticos para sus intereses. Dados al interés general. Pueden pasar por necios y en ocasiones pueden ser inconvenientes en circunstancias críticas. En el amor son fieles, devotos y honestos. Pueden obsesionarse por algún alto ideal y no ver que su matrimonio hace aguas. Y luego no entienden lo que ha ocurrido. Normalmente es una pareja para toda la vida.

Subclases de persona de principios:
a) Cruzado solitario: aquel cuyo cubo se halla literalmente sobre un pedestal. Noble; intransigente; aislado; amargado.
b) Perfeccionista de principios: lo anterior exageradamente. Pero con rasgos del perfeccionista, que vemos a continuación. Es una persona de principios pero además ambicioso, competitivo, adicto al trabajo, muy exigente consigo mismo. Lleva a la perfección y a la angustia.

4) Perfeccionista: el cubo se halla sobre un vértice. Adopta un aspecto aéreo, estilizado, acrobático, elegante, desafiante, Corresponde a un sujeto solitario y aislado por la exigencia, remilgado, adicto al trabajo, reservado y preciso. Los perfeccionistas nunca piensan que no se puede ir más allá. Siempre pueden mejorar sus obras. Lo rutinario para ellos es lo excepcional. Por eso son personas difíciles a la vez que fascinantes. Son también temperamentales, taciturnas, carismáticas y pertinaces.
Palabras clave: ambicioso; individualista; lanzado.
Riesgos: estrés; rivalidad; depresión.

El perfeccionista sólo toca el suelo en un punto. Por eso vive en su eje vertical de perfección y exigencia. Vive obsesionado por superarse y no fallar. Es un adicto al trabajo. Meticuloso, puntal, preciso, detallista. Puede tener una vida amorosa desasosegada. Los perfeccionistas fascinan a otras personas, pero las exprimen al mismo tiempo. Cansan a quienes viven con ellos.

5) Expatriado: el cubo se halla sobre una arista. La persona que ve al cubo de esta forma es un emigrado. Alguien que se balancea entre dos mundos, dos tierras y que no puede vivir plenamente en ninguna de las dos. Este individuo tiene su psique dividida entre aquí y allí, antes y ahora, una lengua y otra, estos y aquellos, etc. A partir de aquí surgen individuos duales, adaptables, ingeniosos, inestables, desarraigados. Entre los expatriados hallamos también hijos de matrimonios separados, interraciales, bisexuales, personas que cambian de profesión o bien trabajadores interdisciplinarios. El expatriado es un tipo de individuo que con la globalización cada vez es más común.
Palabras clave: en medio; ingenioso; adaptable.
Riesgos: dividido; desarraigado; inadvertido.

En el expatriado todo es bilateral, ambivalente. Puede haber una mezcla de gusto por la aventura y de melancolía y nostalgia. Hay que distinguir entre aquel que se ve obligado a emigrar y aquel que emigra para prosperar, como el hombre de negocios que busca proyección profesional. Los expatriados hacen valiosas aportaciones a las organizaciones, porque conocen otras formas de hacer las cosas.

6) Héroe olvidado: el individuo describe el cubo como una pirámide. Simboliza la persona cuyas facetas son desconocidas, y de las cuales sólo se ve la punta del iceberg. Es la caja de sorpresas.
Palabras clave: misterio; poder oculto; influencia; autosuficiencia.
Riesgos: oscuridad; explotación por otros; soledad.

El héroe olvidado es un pensador, con inquietudes filosóficas, una persona que huye de mostrarse tal como es. Es el pacificador, el diplomático, el mediador. Sabe escuchar. Es un observador atento con buenos modales. No se queja. No habla de sí mismo. Suele ser una persona que crea pero cuya gloria se la lleva otra persona. Suele hallarse a la sombra del poder. Y suele ser más listo que su jefe. En el amor el héroe olvidado tiene dificultades para mostrarse frente a su pareja, porque para todo es individualista y algo separado de los demás. Suele ser un solitario aunque se relacione con mucha gente.

7) Receptivo: para el receptivo el cubo no es un objeto, sino un espacio, un agujero en el suelo. El receptivo refleja la interioridad, la experiencia interna, no el aspecto externo. La subjetividad, no la imagen. Los receptivos suelen ser buenos creadores, arquitectos, diseñadores, directores de cine, etc. También asistentes sociales, cuidadores, orientadores, etc. Pero a diferencia del héroe olvidado, el receptivo no se oculta, sino que acepta el éxito. Tampoco se siente realizado con la soledad. Es un gran comunicador. Tiene vida interior, pero le gustan las largas conversaciones ante un café.
Palabras clave: introspectivo; protector; psíquico.
Riesgos: excesivo análisis; locuacidad; soledad.

Tamaño del cubo

Cubo grande: Si el cubo es más grande que la altura que se puede alcanzar con la mano. 
Positivo: seguridad, autoestima, generosidad, subjetividad, aspiraciones, afán aventurero.
Negativo: egoísmo, grandilocuencia, engreimiento, ensimismamiento, dominación.

Cubo pequeño: No llega a la altura de la rodilla.
Positivo: humildad, abnegación, objetividad, realismo, intimidad, preciosidad o virtuosismo.
Negativo: timidez, menosprecio de sí mismo, inflexibilidad, convencionalismo, ocultación, mezquindad.

Cubo mediano: de alto como desde la rodilla hasta la altura de la mano en vertical.
Positivo: equilibrio, cordialidad, modestia, dignidad, humanismo.
Negativo: medianía, problemas de salud o de imagen física.
Distancia hasta el cubo 

a) impulsividad frente a ponderación: 
Cubo alejado: medita antes de actuar, se observa a sí mismo, autocontrol racional, abnegación.
Cubo cercano: espontáneo, emocional, impulsivo, irascible.

b) espacio personal: 
Cubo alejado: independiente, reservado, le gusta la soledad, necesita mucho espacio.
Cubo cercano: íntimo, entrañable y sociable, le gusta la compañía, "la vida se vive con gente".

c) pensamiento abstracto frente a pensamiento concreto:
Cubo alejado: abstracto, orientado al gran formato visual, "¿puedo echarle un vistazo?".
Cubo cercano: concreto, orientado al detalle táctil, "¿puedo tocarlo?".

d) horizontes temporales y espaciales:
Cubo alejado: considera efectos remotos, memoria y planificación, enfoque: el ancho mundo.
Cubo cercano: reacciona a lo inmediato, vive en el presente, enfoque: justo aquí.
¿De qué está hecho el cubo? 

a) cualidades del cubo 
Blando/duro: es lo mismo que una persona que cede frente a presiones o que es firme. El caso más extremo es el del cubo insustancial, como de aire, luz, nubes, etc. que tiene otras implicaciones.
Macizo/hueco: es macizo si la vida interior es plena; es hueco si es triste o vacía, o bien si la persona pura y simplemente está abierta a la influencia exterior.
Ligero/pesado: distingue personas serias de juguetonas o caprichosas, formales y ponderadas de divertidas.
Brillante/mate: brillante es aquí ambicioso.
Transparente/translúcido/opaco: opone franqueza y candor (en su extremo exhibicionismo) con preservación de la intimidad o incomunicación.
b) materiales del cubo 
Aire, espacio: límites permeables o inexistentes; suelen ser mujeres.
Losa negra de 2001 (la película): persona con inventiva y creativa.
Castillo, fortín: defensivo, quizás con algún trauma en el pasado.
Arcilla, cerámica, terracota: influenciable.
Nube: impoluto, puro, alejado de la realidad.
Cristal: espiritual, frágil, objetivo, cándido, abierto, fiable, claro.
Diamante: seguridad, firmeza, carácter claro y brillante.
Dados: arriesgado, afortunado. 
Dibujo de un cubo: abstracción, intelectualización.
Aristas: si las aristas están revestidas o bien son de otro material, la persona adopta una actitud defensiva frente a terceros.
Tejido: la persona recibe muchas influencias.
Comida: sensual, terrenal.
Hielo: frío, ingenioso, audaz, calculador. Hay que distinguir si está un poco fundido o no.
Metal: duro, indestructible, impenetrable. Hay que distinguir entre varios metales (oro, plata, aluminio, acero, cobre, etc.)
Plástico: poco pretencioso, honesto, tradicional, democrático, anticuado, convencional, poco distinguido.
Piedra: básico, duro, conservador, testarudo, leal, cumplidor, obsesivo, perseverante, no adaptable, rutinario.
La escalera 
La escalera representa la gente importante que hay a tu alrededor entre amigos y compañeros de trabajo. Si la escalera es del mismo material que el cubo es que a la persona le gusta rodearse de personas parecidas a ella. Si la escalera es de madera, tiene una significación cercana, íntima, cálida, y simboliza el gusto por las relaciones duraderas y afectuosas. Las escaleras desvencijadas, tambaleantes son propias de personas poco fiables o enfermizas, las tumbadas de personas sociables pero poco serviciales, y las que tienen peldaños rotos o perdidos simbolizan la falta de personas que han desaparecido de la vida de una persona. La escalera de metal simboliza la fuerza, la profesionalidad, la sensatez, la frialdad y la distancia en el trato. La que es de cuerda la movilidad, la adaptabilidad, la independencia, la flexibilidad. Las escaleras de ramas y sujetas con cueros o lianas simbolizan lo alternativo, la ecología, etc. La escalera apoyada en el cubo es propia de personas sociables, populares, que valoran el apoyo mutuo, la que se sitúa aparte pero cerca del cubo simboliza al sujeto que quiere la proximidad de otros, pero con una cierta distancia o independencia. Si la escalera se halla lejos simboliza que el sujeto es distante, autosuficiente.
Si la escalera es de altura similar al cubo, es signo de ideas democráticas o igualitarias. Si es más baja implica autoritarismo, influencia o liderazgo. Cuando la escalera es más alta que el cubo, puede haber algo de admiración, de humildad, o bien que la persona se halle rodeada de personas influyentes.


El Caballo 
Es el amante o la pareja del sujeto. Puede ser:
Árabe: delicadeza, resistencia y ardor, sensibilidad y refinamiento.
Marrón o castaño:normalidad, familiaridad, fiabilidad, estabilidad.
Camello: fidelidad, familiaridad, confianza. Solidez de la relación aunque haya conflictos.
Burro o mula: visión de la pareja como un tipo cabezota e ingobernable. Por lo demás similar a camello.
Volador (pegaso): visión de la pareja como el transporte hacia la felicidad.
Gris: reposo, equilibrio, reserva.
Múltiples caballos: designa interés por varias relaciones sentimentales.
Potro salvaje: pendenciero, callejero, autosuficiente, desafiante, indomable.
Unicornio: visión de una criatura mágica, inocente, que no pertenece a este mundo.
Blanco: visión idealizada de otra persona.
La tormenta 

Detrás del cubo: la tormenta ya ha pasado. 
Acercándose: se aproxima. 
Dentro del cubo: conflictos internos.


Las flores 

Rojas significan amor o recuerdo; blancas sinceridad o fidelidad; amarillo amor solicitado o celos.
Las flores artificiales o de plástico pueden significar determinación de no querer niños. Las flores muertes tienen una connotación muy negativa. Si las flores se hallan en la base del cubo significa que están bajo la protección del sujeto. La inexistencia de flores simboliza la carencia de hijos o su poca significación.

*El test del cubo. Breve reseña de la obra de Annie Gottlieb y Slobodan D. Pesic. (Test del Cubo)